Cuando el cemento no hidrata de forma adecuada, pueden producirse grietas y fisuras aparentes.
Para controlar la hidratación del cemento a fin de hacerlo endurecer correctamente y que las estructuras presenten el desempeño adecuado, es necesario realizar el proceso de curado, que tiene como objetivo evitar la pérdida de agua y posibles surgimientos de fisuras, grietas, permeabilidad y el consiguiente ingreso de agentes agresivos.
Si la curación es bien ejecutada, es posible aumentar la resistencia del material en un 30%, garantizando mayor resistencia y durabilidad, además de mejor apariencia.
El endurecimiento del concreto es el resultado de un proceso de hidratación, que es exactamente la reacción química entre el cemento y el agua. Es por medio de esta hidratación que ocurre la reacción química que forma los Silicatos de Calcio Hidratados (C-S-H), son ellos quienes influencian en la mayoría de las propiedades físicas y mecánicas del concreto en estado endurecido.
La velocidad de la hidratación dependerá del tipo de cemento utilizado y su composición. Los factores externos o intemperies, como el viento, la temperatura y la humedad del aire, también pueden tener una gran influencia en el resultado.
La cura puede realizarse a través de cuatro maneras, sin embargo, es necesario evaluar algunos aspectos, como: el tipo de la obra, los recursos disponibles, la velocidad de la curación, entre otros.
1. Cura húmeda
Es uno de los procesos más simple y bastante utilizado en el día a día de las obras. Es necesario mantener la superficie húmeda, ya sea en la superficie o totalmente inmersa. Para este procedimiento se pueden utilizar hojas de cartón, lonas plásticas o simplemente mojar el concreto con frecuencia.
Hecho a través de la aplicación de una película sobre la superficie para impedir la evaporación de agua. Generalmente los materiales utilizados son: parafinas, ceras o materiales acrílicos.
Muy utilizadas en industrias de elementos prefabricados / moldeados, es considerada muy eficiente y tiene como objetivo acelerar el proceso. El proceso consiste en someter la pieza de concreto a altas temperaturas y enfriándose de forma planificada.
Aquí, no se toman cuidados especiales para la hidratación que evitan la evaporación prematura del agua.
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